APALEADOS Y CON EL KIOTE ENTRE LOS CUARTOS TRASEROS, SE DESPIDE LA DUPLA AUREOLES-HERRERA.

«Con mensajes de respeto de las leyes y perdones para quienes votaron por la violencia».

Michoacán de Ocampo, México. Septiembre del año 2021. Relamiéndose las heridas y destilando el más amargo y pestilente de los venenos, la dupla Aureoles-Herrera, engullen la aplastante derrota que les propinó el pueblo Michoacano, quien consciente de las aberraciones y vejaciones que durante 6 años cometió el Ingobernador Silvano Aureoles Conejo, decidieron terminar con el calvario en las urnas el pasado 6 de Junio.

SAC, ahora se dice «Conocedor de las leyes», pero en su mandato las violentó a más no poder, pisoteando el contrato colectivo de trabajo de Maestros, Policías, Jornaleros, Empresarios –Sin dejar de lado a sus achichincles de puestos de confianza en Dependencias Estatales y Direcciones de Escuelas del medio Superior y Superior, que no podían levantar la voz contra su Jefe–, entre otros; siendo el máximo represor del pueblo, aunque su séquito subyugado le engrosen el caldo, que a todas vistas es chirrio, insaboro no, porque sabe a violencia, crímenes, muertes, secuestro, desapariciones forzadas y sobre todo, una burla inusitada al saber que se lleva millones del patrimonio de las familias Michoacanas.

Por su parte, el de palabras incluyentes de «Juntas y Juntos», el lacayo Silvanísta, el Ingeniero Carlos Herrera Tello, en un acto por demás piadoso y santificador, señala en su mensaje de «Despedida del Solio De Ocampo», que «Perdona», a quienes decidieron votar por la violencia, las amenazas y el miedo –Es decir, se auto perdona y exime a SAC y al Equipo por Michoacán PRIANRREDÍSTA de toda culpa–, pero que unidos -Aún no se sabe con quienes– harán frente a los retos venideros, uno de ellos, a particular percepción, es no desaparecer como partido.

Así se cierra un triste capítulo de la vida política y social de Michoacán, con los lastimero y quejumbrosos lamentos de dos parias ya sin latria ni de sus propios «Seguidores», cuya única virtud es hacer reír al pueblo cada vez que balbucean y dejar salir su precario intelecto, falto de neocortex, de coherencia y sapiens, aunque eso, no se le puede reclamar, pedir ni exigir a un homínido.