Explotan los usuarios de las redes sociales en contra de Actores, Payasos, Luchadores, Futbolístas, Stripers, Cómicos, Cantantes, Youtuberos y otros tantos más galancetes, que aparecen en tiempos electorales, como «Aspirantes y Suspirantes» a nuevos cargos de elección popular directa y de rémora, -En caso de los que van por las vías plurinominales-.
Y es que su calidad humana no está entredicho -En algunos casos-, ni sus dotes y capacidades en los quehaceres que hacen; sin embargo, al hablar de política, diplomacia, capacidad de gestión, administración pública, entre otras cualidades, al momento de analizar sus currículums y experiencias al respecto, no hay tela de donde cortar.
Otro aspecto en detrimento de estas figuras de la diversión y comicidad pública, es que por más que quieran, no se pueden «Desprender» de sus «Personajes actorales»; los cuales, arrastran irremediable y desafortunadamente hasta los puestos públicos, que merecen completa solemnidad, seriedad, honestidad, además de un marcado respeto y empatía por el pueblo y sus necesidades.
Sólo el electorado con su gran poder de raciocinio podrá determinar, si eligen a un perfil con preparación académica y experiencia Ad Hoc con lo que requiere el ejercicio de una buena función y administración pública; o sí, nuevamente, se antepone la simpatía por aquellos, que en algún tiempo, fueron para los Mexicanos el hazmerreír o sufrir -Telenovelas, deportes, parodias, música y sketch-, quienes desde una curul y a golpe de chiste, decidan los destinos de miles de familias.