Ciudad de México. Sábado 1ro. De Diciembre del año 2018. Al caer un colgajo más, del telón de la historia de la nación Mexica, el velo de la incertidumbre ciudada, ha quedado removido y atrás, con la diestra al frente a manera de promesa nacionalista, del nuevo comandante supremo de las fuerzas armadas y máximo representante de los Mexicanos, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, por su acrónimo «AMLO».
Casi una centena de años de sumisión de parte gubernamental, con características, aterradoras, sangrientas, empobrecedoras, deleznables, tortuosas, anárquicas, subyugadoras, aplastantes, denigrantes, inhumanas y de los más grandes oprobios contra la clase obrera; ahora, con la toma de protesta y el ceñimiento de la banda presidencial, que reposa en el pectoral y el corazón, oronda, límpida y protegida en un verdadero Mexicano «Sea dicho a percepción propia», se empieza con la «Regeneración Nacional», en la cual, estamos inmersos todos, se vea, se respire, sabores y se palpe, por donde se sienta.
Detractores y adeptos del nuevo gobierno 2018-2024, habrán de ser copartícipes «Activos o pasivos» de esta historia gubernamental Mexicana; dependerá, de la sapiens de cada ser humano, si vive corroído por el odio y el rechazo ó, si supera lo inevitable «6 años de gobierno diferente», para ser parte de la transformación de la nación Azteca, que una vez mas, demuestra, que la voluntad de la gente, está por encima de cualquier oligarquía y de las mentes enfermas de poder.